
El trigo sarraceno se conoce también como alforfón, a pesar de su nombre, nada tiene que ver con el trigo, no es un cereal sino una semilla, por lo que no contiene gluten. Se le considera un falso cereal o pseudocereal porque su uso es prácticamente el mismo que estos. Su valor nutricional es superior al de otros cereales, además de hidratos de carbono, es más rico en proteínas, fibra, minerales y antioxidantes. Tiene una curiosa y bonita forma de pirámide en miniatura y su tamaño es parecido al del arroz.
El trigo sarraceno se encuentra en grano, en harina o en pasta.
En grano, se utiliza en recetas igual que el arroz. Hay que lavarlo antes de hacerlo, y mejor si se deja a remojo toda la noche porque así se inactivan sus antinutrientes y se hará más digestivo. El agua de remojo se deshecha y se hierve con agua nueva. Su proporción es de 1 taza de trigo sarraceno x 2,5 de agua. También es interesante tostarlo un poco en una sartén sin nada de aceite antes de cocinarlo.
En harina es perfecto para hacer crepes y panes sin gluten. Quedan genial. Puedes comprar la harina ya hecha o hacerla tu mismo en casa. Solo necesitarás una trituradora potente (tipo thermomix) y triturar los granos hasta convertirlos en harina. Así de fácil.
En pasta se le conoce como soba y la habrás visto en restaurantes asiáticos y en tiendas de alimentación más de una vez.
El trigo sarraceno tiene un sabor un poco fuerte, y al cocinarlo su textura en algo gelatinosa. Es muy agradable pero si lo prefieres, puedes pasarlo por agua después de cocinado y te quedará más suelto.
Es un gran desconocido pero últimamente se deja ver en algunos supermercados como Lidl o Aldi, y por supuesto lo encontrarás siempre en tiendas ecológica y herbolarios. También en la zona bio de grandes superficies. Si te encuentras cara a cara con él, no lo dudes y llévatelo a casa.
- 200 gr de trigo sarraceno (pesado en seco)
- 1 cebolla
- 1 trozo de jengibre (1 o 2 cm)
- 1 diente de ajo
- 350 gr de setas variadas (champiñones + seta común)
- Sal
- Pimienta negra molida
- Un poco de cebollino
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 600 ml de agua
- Pon el trigo sarraceno a remojo en agua toda la noche (paso opcional). Al día siguiente escurre y retira el agua del remojo.
- Pon un cazo con el agua al fuego y cuando empiece a hervir añade el trigo sarraceno. Debe hervir a fuego medio durante unos 20 minutos que es lo que tarda en hacerse. Si ves que se queda sin agua demasiado pronto, ponle un poco más. También puedes hacerlo sin medir el agua, pon gran cantidad desde el principio y luego lo cuelas.
- Pela la cebolla, el ajo y el jengibre. Pícalos muy fino y rehoga en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando están hecho, añade las setas troceadas a tu gusto. Rehoga todo junto unos minutos.
- Incorpora el trigo sarraceno ya hecho y escurrido a la sartén de las setas. Pon un poco de sal y de pimienta negra.
- Para servir pon un poco de cebollino fresco picado por encima.
Deja un comentario