De todas las coles, la lombarda puede ser mi preferida. Y no solo por su color, ¡que me encanta!, sino también por su sabor, textura, y por lo versátil que es. La lombarda es perfecta para tomar tal cual, como plato en sí misma, pero también para servir como acompañamiento de otras recetas. Le va genial a cualquier carne de cerdo, a un pescado graso, a un pollo asado… Y les aporta una personalidad buenísima y diferente de lo que solemos poner en casa.
Otro plato muy interesante para hacer con la lombarda, es una deliciosa crema. Suave, delicada y con un sabor muy sutil. Recomiendo probarla. La receta está publicada en el blog desde hace un tiempo (pincha aquí para verla).
Os dejo aquí la versión con pasas y piñones que yo uso tanto como plato principal, como guarnición.⠀
- 1 col lombarda mediana
- 1 manzana golden
- Un puñado de pasas sultanas
- Un puñado de piñones
- Unas gotas de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
- Un poco de sal
- En primer lugar, retira la primera capa de hojas de la lombarda, y corta una rodaja de la base para que puedas apoyarla y se quede estable para cortarla. Ahora, trocéala entera y retira la parte del tronco. Para trocearla, haz rodajas y luego corta cada una en el otro sentido.
- Pela la manzana, retira el corazón y pártela en dados más bien pequeños.
- Pon la lombarda junto con la manzana en una olla y cubre con agua. Añade un poco de sal, tapa y deja que hierva a fuego medio durante unos 30 minutos. Hasta que la lombarda esté tierna (prueba para comprobar textura).
- Cuando la lombarda esté hecha, escúrrela en un colador. Saltea los piñones y las pasas en una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra y a la hora de servir, añádeselos a la lombarda por encima.