Me encantan estas cremas frías ahora en veranito, son muy refrescantes! Además, son muy sanas y nutritivas porque al llevar todos los ingredientes en crudo, aprovechamos al máximo sus vitaminas, minerales, fibra y fitonutrientes.
Los tomates y el pimiento rojo son dos ingredientes que funcionan realmente bien juntos en cuanto a sabor se refiere, pero no solo eso, sino que también comparten propiedades muy beneficiosas para nuestra salud. Ambos son muy ricos en vitamina C, potente antioxidante que nos ayuda a eliminar toxinas de nuestro cuerpo y a mantener la piel joven. Son una buena fuente de betacarotenos que se transforman en vitamina A o retinol, esencial para la vista. Bajos en calorías y con gran contenido en agua, son interesantes para incluir en dietas de adelgazamiento o simplemente para cuidarnos y llevar una alimentación sana.
El sabor de esta crema de tomate y pimiento es más bien dulzón y puede recordar al gazpacho. Podéis dejarla hecha con antelación y guardarla en la nevera para que esté bien fresquita a la hora de comer.
- 500 gr de tomates maduros (unos 4-5 tomates medianos)
- 100 gr de pimiento rojo (1/2 pimiento)
- ½ diente de ajo
- 150 ml de agua
- 1 cucharada de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
- Zumo de ½ limón pequeño
- 5 hojas de albahaca fresca
- Pimienta negra molida
- Sal (al gusto)
- Lava los tomates y el pimiento. Trocéalos y ponlos en el vaso de la batidora junto con el resto de ingredientes de la crema. Cuidado con el ajo que da mucho sabor, empieza poniendo ½ diente no muy grande y si al probar necesita más, añádeselo luego. Lo mismo con el zumo de limón. Ponle un poco y ve rectificando si quieres más.
- Tritura hasta conseguir una textura suave. Yo lo hago en la thermomix, lo trituro 3 minutos y no me hace falta colarlo pero si ves que te quedan trocitos de fibra o piel del tomate, pásalo por un colador.
- Enfría en la nevera y sirve bien fresquita. Para decorar, unas hojas de albahaca fresca y un poco de pimienta negra molida le irán muy bien.